En Konfront contamos ya con una excelente colección de artículos tratando el tema a profundidad, en la forma de nuestra serie "¿Qué es el blockchain? 30 casos de uso que están cambiando el mundo"; sin embargo, siendo testigos del creciente desconocimiento al respecto que abunda en internet, trataremos en el presente artículo en valor estratégico real, y sin ser víctimas de una subjetivización, de tan fascinante tecnología, y cómo puede, de manera aterrizada, ayudarnos a moldear el futuro de la industria. Artículo 1, Artículo 2 y Artículo 3.
Como bien menciona Simon London durante la emisión de Septiembre 2018 de McKinsey Podcast, la cadena de bloques posee un sinfín de aplicaciones, que inclusive expertos en la materia muchas veces no saben vislumbrar; desde cadena de suministro y seguros hasta cíberseguridad y finanzas, comprender de manera arraigada las virtudes del vanagloriado Blockchain es entender cómo está compuesto gran parte del futuro.
Pensar en ello como una base de datos compartida por muchos usuarios, mismos que en todo momento, todos ellos, poseen una copia idéntica de la cadena de bloques. Las blockchain, bitcoin por ejemplo, yacen protegidas por llaves tanto públicas (la dirección y la base de datos donde toda transacción se almacena) como privadas (una llave personal) para cerciorar su seguridad.
Ahora, existen dos tipos de cadenas de bloque: las públicas y las privadas. Las primeras, Bitcoin siendo la más famosa, consisten en redes anónimas, a las cuales cualquier individuo, siempre y cuando posea una computadora conectada a internet, puede sumarse o, con la misma facilidad, restarse como nodo que la compone. Las privadas, mientras tanto, prescinden del anonimato y componen redes cerradas, a las que solo puede acceder un círculo de personas y, plausiblemente, se puede conocer la identidad de aquellos con acceso a la información.
¿Dónde estriba tanto revuelo por la cadena de bloques? En su noción de integridad al progreso; en otras palabras, la "base de datos" solamente cambiará de manera efectiva si las credenciales adecuadas son utilizadas y, paralelamente, la mayoría de nodos, o usuarios, de la red ven reflejado dicho cambio unísonamente.
Podemos hablar de aplicaciones de registro estático y dinámico, a groso modo, de cadenas de bloque, independientemente del tipo de industria del que se trate. La distinción entre una y la otra radica esencialmente en la naturaleza de la información que se comparte a lo largo de la Blockchain, estando alguna estática, o sin cambio alguno, como en el caso de identidades, patentes, votos, registros civiles, entre otras; o dínamica, o continuamente en cambio, como inversiones fragmentadas, cobro de seguros y, para deleite de todos los resistentes a esta tecnología, la cadena de suministro de cárteles de droga.

Digital’s important because, in many industries, we’re still going through the process of digitization, and that’s an important first step before you can even think about using blockchain.
-Matt Higginson
Actualmente, uno de los mayores retos de la industria estriba en desarrollar los llamados blockchain anchors que nos facultarán para identificar de manera individualizada (o, molecular, en palabras de Higginson) objetos entre sí con base en sus características innatas, como un substituto para los sistemas de RFID, pretendiendo extender el uso de la cadena de bloques más allá de su actual cuasi exclusividad, y equívoca confusión como sinónimo, con el mercado de las criptomonedas.
Uno de las principales fornteras de entrada de tecnologías como el blockchain consiste en la naturaleza confusa, avanzada y diferente de esta, activando los mecanismos de defensa innatos ante la alteridad de la gente y, francamente, muchas veces abrumándola con lo que representa. Creencias y mitos populares sobre prácticas reprobables que resultan posibles con dicha tecnología poseen un imacto fulminante sobre la opinión pública de su uso y la reprochan como "mala" o "peligrosa"; argumentos que, si bien muchas veces resultan ciertos por plantear posibilidades válidas dentro de los confines de dicha tecnología, no vuelven a la tecnología inherentemente mala. Aquí vale la pena recordar, como se nos plantea en clases de ética, bioética o disciplinas relacionadas, que ningún objeto, tecnología o ser es intrínsecamente malo, y que es solo su interacción con el hombre y, por extensión, con uno con intenciones deleznables, lo que le otorga una cualidad peligrosas y connotaciones reprobables a tan prominente tecnología.
Pero, como bien alega Bill Gates, ante la invención de los automóviles, por toda la practicidad que estos representan, el hombre no se quedó estático, paralizado ante el peligro que estos representaban e inclusive la inmensa lista de fallecimientos que dicha tecnología ha acaecido con los años, sino que ha trabajado para adueñarse de dicha tecnología y la hemos vuelto inmensamente plausible y segura mediante la invención de coches automáticos (punto que entendemos que resulta debatible), cinturones de seguridad, bolsas de aire, etc. ¿Por qué no hacer lo mismo con la cadena de bloques entonces?, ¿por qué no trabajar para domesticarla y convertirla en una nueva herramienta que predique la inminente transformación digital de todos los medios e industrias, acelerar negocios y permitirnos volver todo más seguro en esta era digital.
Se estima que hasta un 10% del PIB internacional se encontrará albergado en cadenas de bloques para el 2027, por lo que indagar en el impacto potencial de dicha tecnología y otras medidas que componen a la transformación digital jamás habían sido tan inminentes como hoy, vencer ese ludismo se convierte entonces en un prerrequisito para adecuarse a estas nuevas décadas.
Fuentes:
Mckinsey & Company. The Mckinsey Podcast (2018). Blockchain explained: What it is and isn’t, and why it matters Consultado el 17 de marzo 2021 en: https://www.mckinsey.com/~/media/McKinsey/Business%20Functions/McKinsey%20Digital/Our%20Insights/Blockchain%20explained%20What%20it%20is%20and%20isnt%20and%20why%20it%20matters/Blockchain-explained-What-it-is-and-isnt.pdf
Brant Carson, Giulio Romanelli, Patricia Walsh, and Askhat Zhumaev (2018). Blockchain beyond the hype: What is the strategic business value? Consultado el 17/03/2021 en:
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Linda Pawczuk, Rob Massey () “The future of blockchain and market disruptors
Inspiring an evolution in commerce” Consultado el 19/03/2021 en:
https://www2.deloitte.com/us/en/pages/consulting/articles/future-of-blockchain.html
Rupesh Bhat, Matthew Budman, Sayanika Bordoloi,.Deloitte Insights (2020) “Deloitte’s 2020 GLOBAL BLOCKCHAIN SURVEY” Consultado el 20/03/2021 en:
https://www2.deloitte.com/content/dam/insights/us/articles/6608_2020-global-blockchain-survey/DI_CIR%202020%20global%20blockchain%20survey.pdf
Nina Bambysheva, Lauren Debter, Michael del Castillo, Steven Ehrlich, Eliza Haverstock, Chris Helman, Katie Jennings, Jeff Kauflin, Jon Ponciano and Hank Tucker, Forbes (2021). Blockchain 50 2021 Consultado el 18/03/2021 en:
https://www.forbes.com/sites/michaeldelcastillo/2021/02/02/blockchain-50/?sh=305f9c14231c