En Konfront, nuestra piedra angular para denotar el desempeño de cualquier miembro del equipo, el principio rector a partir del cual toda toma de decisiones estriba, consiste en este término tan trillado que denominamos como Principio de Pareto. En el presente artículo, nos planteamos esclarecer esta ley tan frecuentemente malentendida en el mundo empresarial, pretendiendo otorgar una herramienta más para desempeñar todos aquellos procesos que incumban a tu negocio de una manera más efectiva y, como consecuencia de ello, ayudarte a incrementar la productividad radicalmente.
¿Escéptico? Es difícil concebir un patrón tan universal y poderoso que pueda encontrar efectos desde el control de calidad de cualquier producto hasta nuestra vida personal, una regla que subyugue desde las estrategias de marketing hasta cualquier fenómeno estadístico que seamos capaces de asimilar, un titiritero capaz de mover tu inventario, psicología, materias primas, manejo de proyectos y vida amorosa como si se tratase de una misma área.
En el presente artículo te desglosamos cómo utilizar este sencillo, pero poderoso, principio en pro de tu vida profesional y personal, otorgándole una ventaja competitiva invaluable al lector ante la competencia, pero, sobre todo, porque te haremos darte cuenta de una verdad oculta a simple vista mientras te contamos la infinidad de formas en las que la Ley de Pareto te acecha más de cerca que las erinias a Orestes.
El Principio de Pareto, o ley 80/20, es un fenómeno matemático que parece regir la realidad en todo aspecto concebible. Su descubrimiento le es atribuido al ingeniero, economista y filósofo italiano Vilfredo Pareto, quien presuntamente un día llegó a la conclusión de que el 80% de los guisantes que cosechaba en su propio jardín provenía tan solo del 20% de sus vainas. Tiempo después, Pareto cayó en cuenta de que el mismo patrón es discernible al examinar la distribución de la riqueza en la población italiana (siendo que el 80% de las riquezas era poseído por tan solo el 20% de su población), fenómeno que alcanzó a rastrear el mismo comportamiento en naciones vecinas. Con los años, Pareto fue descubriendo, como tú al acabar de leer este artículo, que el patrón observado en su jardín repercute en todos los aspectos que uno sea capaz de imaginar.
Fue hasta principios del S. XX que el recientemente fallecido Joseph Juran comenzó a implementar el fenómeno observado por Vilfredo en el campo del control de calidad, popularizó la universalidad de su aplicación y bautizó al fenómeno con el nombre que se ha popularizado tanto a través de los años: La Ley de Pareto.
Puesto en términos simples, la Ley de Pareto describe la observación de que del 20% de las causas es que proviene el 80% de los resultados y, por consiguiente, es de identificar correctamente a dicho 20% en dónde radica la clave de incrementar la productividad en cualquier ámbito enormemente. El principio de Pareto posee tantas variantes (como la Ley de Zipf para el caso de variables discretas), implicaciones y usos que enlistarlos todos probaría ser un ejercicio a la larga fútil y en demasía extenuante, por lo que aquí abajo enlistamos solo las que a nuestro parecer resultan las más relevantes para cualquier vida profesional y las lecciones que estas conllevan.

Relevancia Profesional
1. El 80% del mensaje en cualquier libro la alberga el 20% de sus páginas
¿Por qué esto tiene relevancia profesional? Porque esta aplicación nos muestra de manera inequívoca el vicio que muchos tenemos por alargar innecesariamente nuestros argumentos y, a la larga, consumir tiempo. Esto, en el ámbito profesional se traduce en que las reuniones son 5 veces más largas de lo necesario, en nuestras presentaciones solo 1 de cada 5 slides suelen aportar verdadero valor a lo presentado. El tiempo constituye un recurso limitado para todos nosotros, la relevancia de esta aplicación del principio yace en hacer notar lo mucho que todos, tanto en el ámbito laboral como fuera de él, tendemos a adornar enormemente nuestros argumentos y, por ende, nuestros encuentros. Es una señal de respeto por el tiempo ajeno hacer valer ese recurso limitado, como cualquier otro recurso, e intentar hacer llegar el mensaje que uno pretende dejar claro, de la manera más eficiente y clara posible. Al estar llevando a cabo este propuesto ejercicio de minimalismo, resulta pertinente primero identificar aquel 20% del mensaje que contiene la información más relevante, ahí es en donde subyace la dificultad de la práctica.
2. El 80% de la destreza o habilidad necesarias para lograr “Mastery” con la teoría de las 10,000 horas, se alcanza en solo 2,000
Malcolm Gladwell popularizó hace más de una década en Outliers.The Story of Success la ahora ubicua noción de que el ser humano necesita alrededor de 10,000 horas de práctica en cualquier disciplina para alcanzar la máxima expresión de su dominio, siendo ejemplos como el de Tiger Woods o el de la familia Polgar los que han impulsado a los libros de productividad para promover esta idea a nivel mediático últimamente; sin embargo, como plausiblemente argumenta David Epstein en Range. Why Generalists Triumph in a Specialized World, esa “regla” funciona en un número muy limitado de circunstancias, sosteniéndose meramente con disciplinas que emplean patrones establecidos e inalienables, como el ajedrez, el golf, la contabilidad, el derecho, entre muchas otras y, no obstante, carece de efecto alguno en campos donde las reglas constantemente cambian y a los que Robin Hogarth bautiza como “wicked environments”. De manera que nos invita a reflexionar: ¿me volveré un mejor profesionista practicando ciegamente una misma disciplina por 10,000 horas hasta alcanzar la maestría que predica Gladwell o conviene más convertirme en un generalista como pregona Epstein y distribuir inteligentemente esa cantidad de horas en numerosas disciplinas? Nótese que el lector deberá entonces, de manera similar a lo planteado unos puntos arriba, distinguir entre el primer 20% del camino para dominar cualquier disciplina del mejor 20%.

3. El 80% de las ganancias de cualquier empresa dada suele estar dictaminado por tan solo el 20% de sus clientes
Es un hecho que el esfuerzo y los costos relacionados con la retención de clientes son mucho menores que aquellos inherentes a la búsqueda y atracción de nuevos prospectos. Otra realidad invariable es la cualidad limitada, tanto de los recursos que una empresa tiene disponibles como de la atención humana, volviendo indispensable y completamente plausible ponderar la energía y recursos entre los que se propaga el portafolio de clientes de acuerdo con el nivel de ingresos que estos representan para cualquier empresa dada. Una dificultad particular en este nicho estriba en que, si bien el 20% de los clientes representan el 80% de los resultados para cualquier negocio dado, paralelamente es cierto que el 80% de las quejas proviene generalmente de un 20% de los clientes y el hecho de que generalmente dichas características no resultan mutuamente excluyentes; dependerá entonces de un director competente dictaminar a cuál de las dos características darle mayor peso en la toma de decisiones.
4. El 80% de las fallas corresponden a un mismo 20% de posibles problemas en cualquier producción
Concentrar los esfuerzos y costos relativos a la solución de errores dentro de una cadena de suministro, como demostró Juran, posee un impacto palpable dentro de cualquier cadena, permitiendo a la empresa escatimar enormemente los gastos relacionados a la reparación de problemas (sin mencionar los relacionados con clientes insatisfechos) y paralelamente, distinguir y mitigar el impacto negativo de los mismos. Dicho rubro debe tomarse en consideración aunado al hecho de que el 20% de cualquier cadena de suministro dada es responsable del 80% del producto final, por lo que cualquier operador haría bien en plantearse qué esfuerzo será al final del día el que mejore a la cadena de manera más significativa.
5. El 80% del valor que uno puede proveer a sus clientes puede ser obtenido en tan solo el 20% del tiempo que uno normalmente le destina
La idea de que un proyecto dado, pensado para realizarse en un lapso de 10 horas, pueda ser completado en gran medida en tan solo 2 opone resistencia al entendimiento de los límites de nuestro tiempo, un paradigma respecto a los límites de la capacidad humana; no obstante, mediante un escrutinio exhaustivo, implementando metodologías como la matriz Eisenhower, la matriz agile e implementando transformación digital a tu negocio, el valor que antes resultaba inconcebible entregarle al cliente en tan poco tiempo se convierte en el nuevo estándar, desembocando en un proceso que se desenvuelve con mucha mayor celeridad, eficiencia, calidad y a la larga, repercute enormemente en la satisfacción, por ende, adquisición de clientes.
Fuentes:
Kevin Kruse, Forbes (2016). “The 80/20 Rule And How It Can Change Your Life”.
https://www.forbes.com/sites/kevinkruse/2016/03/07/80-20-rule/?sh=73ecb19a3814
Consultado el 27/01/2021
Firms Consulting (NA). “CHAPTER TWO: LEARNING MECE AND 80/20 AT BAIN.
Consultado el 27/01/2021
https://www.firmsconsulting.com/chapter-two-learning-mece-and-8020-at-bain/
Boris Ewenstein, Bryan Hancock, and Asmus Komm (2016), “Ahead of the Curve: The Future of Performance Management”. https://www.mckinsey.com/business-functions/organization/our-insights/ahead-of-the-curve-the-future-of-performance-management#
Consultado el 28/02/2021
Antoine Delers (NA). Pareto’s Principle. Expand your Business with the 80/20 Rule” (págs. 1-17)
Malcolm Gladwell (2008). “Outliers. The Story of Success”.
David Epstein (2019). “Range. Why Generalists Triumph in a Specialized World” The Cult of the Headstart, (págs. 1-37)